Coro:
¡Oh gloria inmarcesible!
¡Oh júbilo inmortal!
En surcos de dolores,
el bien germina ya.
Estrofa 1:
Cesó la horrible noche,
la libertad sublime
derrama las auroras
de su invencible luz.
La humanidad entera,
que entre cadenas gime,
comprende las palabras
del que murió en la cruz.
Coro:
¡Oh gloria inmarcesible!
¡Oh júbilo inmortal!
En surcos de dolores,
el bien germina ya.